La emisión postal fue parte de las actividades que se llevaron a cabo dando cumplimiento al decreto 146-21 que instruye la organización y celebración de los actos concerniente a la Independencia Efímera.
Una nueva emisión postal
Un sello en honor al Larimar
Novedad: Por primera vez se emite un sello conmemorativo al Día Nacional del Larimar. El Instituto Postal Dominicano (INPOSDOM) puso en circulación una emisión postal que honra la piedra semipreciosa descubierta hace 102 años en la región Sur.
Nueva emisión postal
Los países miembros de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal (UPAEP) hace 32 años emiten anualmente un sello con un tema en común que ha que ha promovido un coleccionismo de gran interés entre los filatelistas.
La emisión tiene como tema principal la “Arquitectura” para reconocer el trabajo y compromiso de dos reconocidos arquitectos: Mario Lluberes Abreu y Edgardo (Gay) Vega Malagón.
El subdirector técnico del INPOSDOM, Fernando Arturo Quiñones, en representación del director general Adán Peguero dijo sentirse orgulloso de que en esta ocasión se honre la obra de grandes arquitectos dominicanos.
“Nos sentimos más que satisfechos que como institución y respondiendo al pedimento continental de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal de poner en circulación una emisión postal dedicada a esta rama del conocimiento y a dos maestros de la arquitectura dominicana,”, expresó con júbilo durante la actividad.
De igual manera resaltó su admiración y respeto para todos los arquitectos homenajeados por asumir el compromiso de seguir impulsando y promoviendo esta ciencia porque “la arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio".
Además, en el acto estuvo presente el presidente de la Sociedad Filatélica Dominicana, el arquitecto Alejandro Vignieri; el arquitecto Juan Sánchez en representación del homenajeado Edgardo Vega Malagón y el arquitecto Mario Lluberes en representación del fenecido Mario Rafael Lluberes Abreu.
Anexos.
Mario Rafael Lluberes Abreu.
Nació en Santo Domingo el 26 de diciembre de 1906. Hijo de Osvaldo Lluberes y Graciela Abreu.
Realizó sus estudios primarios en el colegio San Luis Gonzaga y más tarde inició como dibujante de arquitectura en la Dirección General de Obras Publicas en la década de 1920. Durante ese período estudió arte y arquitectura clásica en forma autodidacta y en 1941, obtuvo el Exequátur de Arquitecto Práctico.
La década de 1930 comprende la época más rica de su obra. Fue precursor del movimiento de revalorización de la Ciudad Colonial y además, trabajó en los diseños y construcciones de residencias y edificios gubernamentales.
Se destacó por la utilización de elementos hispánicos y mudéjares; sus ventanas y arcos de ojiva; el revestimiento de ornamento, tanto en exterior como en interiores, responde al prototipo de Lluberes.
Algunas de sus obras residenciales más importantes en Gazcue: Residencia Michelena-Ariza, residencia Herrera -Báez, residencia Julieta Trujillo (Rosa Duarte esquina Cesar Nicolas Penson), residencia en la Avenida Bolívar (hoy funeraria La Altagracia, residencia Despradel-Roques y el Palacio de Justicia en Ciudad Nueva.
Edgardo (Gay) Vega Malagón.
Nació en 1924 y falleció en 1999 y estudió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y concluyó sus estudios a la edad de 22 años, graduándose como ingeniero-arquitecto en 1946.
Además, impartió docencia y fue de los pioneros que promovió la creación de la carrera de arquitectura, desligándola así de la de ingeniería.
Dentro de su extensa obra de proyectos diseñados y construidos resaltan: el Banco Nacional de la Vivienda, Superintendencia de Bancos, Editora El Caribe, Cervecería Bohemia, Proyecto Turístico Metro, en Juan Dolio; Edificio Hache en Santo Domingo, junto a su socio Manolito Baquero, con el que también realizó importantes proyectos turísticos.
En el 2008 los planos de sus obras fueron entregados por el Arq. Gustavo More al Archivo General de la Nación, como un patrimonio a preservar.
Una estampilla a la Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña: 50 Años de Gestión Cultural.
Selección Filatélica
Los sellos de Campos De Moya en APEC
Un sueño.
“Mi sueño sería un espacio en la Ciudad Colonial, parecido a uno que vi en la Habana, Cuba. Es muy vistoso y colorido”, dijo De Moya.
Pese al auge de la tecnología en la comunicación, la emisión de sellos postales sigue en aumento.
El año pasado en Estados Unidos se imprimieron 13.7 billones de sellos, y de esos se vendieron 736 millones de dólares y solo en Estados Unidos hay 20 millones de recolectores de sellos.
Para él nunca es tarde para ser un coleccionista y mostrar a las futuras generaciones su importancia, por el contenido cultural e histórico que envuelve a esta dinámica.
“Un sello postal tiene mucha importancia, permite documentar sucesos singulares de la historia y conocer las diferentes costumbres, tradiciones y cultura del país donde se emite”, dijo Campos De Moya.
Campos De Moya.