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Bibliografía del Banco Central
Emisiones Postales Dominicanas 1865-1965




                    Foto: Sellos Dominicanos.



Escrito por: Banco Central de la República Dominicana.                                             📰 Ver artículo impreso…
Santo Domingo. Febrero, 2008. - El libro titulado "Emisiones Postales Dominicanas 1865-1965", constituye una prueba irrefutable de que la historia de una nación puede sintetizarse en los sellos que emite. En efecto, el Ing. Danilo A. Mueses, autor de la obra, nos brinda un viaje por nuestra historia a través de las diversas emisiones de sellos dominicanos.

El Ing. Mueses, nacido en Monte Plata, es reconocido nacional e internacionalmente como un experto en el campo filatélico, y se ha especializado en el estudio de falsificaciones de sellos y en la colección de sellos de Argentina, Ecuador, Haití, Cuba y República Dominicana.

En esta obra el autor combina el rigor científico con un tono ameno, dando como resultado una lectura agradable sobre un tema reservado, aparentemente, para los entendidos en la materia. A lo largo de sus 334 páginas se concatenan, como eslabones, nuestras emisiones de sellos, con sus motivos, valores, colores, tiradas, variedades, errores, impresiones y falsificaciones, así como circunstancias interesantes que muchas veces rodearon su puesta en circulación.

Este libro forma parte de la Colección del Banco Central de la República Dominicana, y se encuentra a la disposición de todos en la Biblioteca Juan Pablo Duarte.


Imagen de Duarte en filatelia o la máquina de la invención



                   Foto: Periódico Hoy.



Escrito por: Miguel Mena.                                                                               📰 Ver artículo impreso…
Cielo Naranja / Periódico Hoy.


Santo Domingo. 28 de enero, 2008. - La historia dominicana es una piedra de Sísifo: habrá  titanes que la colocarán en su justo sitio y habrán muchos –la mayoría- que la devolverán a sus lugares de evanescencia mitológica.
El caso de Juan Pablo Duarte es el más ilustrativo de todos. Ninguna figura histórica ha sido tan estudiada y pensada como la suya. Solo hay que revisar los viejos boletines del Instituto Duartiano y la revista Clío para apreciar decenios de discusiones, valoraciones, comparaciones.
"El mito de los Padres de la Patria", de Juan Isidro Jimenes-Grullón (1971: Editorial Cultural Dominicana, Santo Domingo), es la última y más conclusiva obra al respecto: los únicos que fueron consecuentes en la concepción nacionalista y que no se adhirieron a ningún proyecto dictatorial, fueron Juan Pablo Duarte, Pedro Alejandrino Pina y Juan Isidro Pérez. Lo de los "Padres de la Patria" –Duarte junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella-, fue una invención del dictador Ulises Heureaux para resolver querencias entre sus estamentos militares.

De esta obra pocos se recuerdan. El "mito" de los Padres de la Patria sigue renovándose. Las instituciones que deberían jugar un rol en la aclaración del tema, como la Academia Dominicana de la Historia o los departamentos de historia de la UASD, nunca han tenido tiempo de expresarse. Los historiadores celebran sus congresos, y al parecer es más instructivo pensar el problema de los sembradores de ñames en Junumucú a finales del siglo XVIII que tratar un tema que todavía sigue timbrando nuestra cotidianidad.
Si la actitud de Duarte y sus compañeros ante temas tan sensibles como la sustentabilidad de la República Dominicana y sus vínculos con los dictadores locales –Pedro Santana y Buenaventura Báez- todavía es tema que o no se dilucida o simplemente se borra del programa, la iconografía duartiana todavía es un rompecabezas sin solución.
Tomemos como ejemplo la imagen del verdadero y único Padre de la Patria en la filatelia local.
Desde su fundación en 1865 hasta 1899 los sellos dominicanos representaron exclusivamente el escudo de dominicana. En 1902 se colocó la primera imagen de Duarte en un sello, ¡recordando los 400 años de la fundación de Santo Domingo! La serie también contenía los dos padres de la patria lilisianos, Sánchez y Mella.

El mismo motivo, mejorado.

Se presentó en una emisión de 1914, celebrando el primer centenario de su nacimiento. Este fue un sello modélico, tanto por su impresión –realizada en la Imprenta Imperial de Berlín- como por el diseño: Duarte inserto dentro de la bandera nacional-, como por un detalle que luego se olvidaría: que "República", aun y cuando se escriba en mayúscula, lleva acento.
Tanto el grabado de 1902 como el de 1914 serían recuperados en una serie de siete valores de 1941. En ella se celebraba la firma del Tratado Trujillo-Hull de 1940, mediante el cual el país dominicano recuperaba su independencia financiera.  En su parte inferior estaba la foto del dictador Rafael L. Trujillo.








Danilo A. Mueses
El historiador de la Filatelia Dominicana



               Foto: Periódico Hoy.



Escrito por: Miguel D. Mena.                                                                                      📰 Ver artículo impreso…
Cielo Naranja / Periódico Hoy.


Santo Domingo. 21 de enero, 2008. - Emisiones Postales Dominicanas no sólo es un libro esencial para todo coleccionista de sellos. Es además un prisma de la época que ofrece datos e informaciones de gran valor.
El título de "historiador" está de moda. Nunca como ahora nos habíamos propuesto remover lozas, llegar al fondo de los estantes, rescatar nombres, fechas, hurgar en la última neurona para recordar cualquier detalle de importancia. Al parecer, ahora tenemos más historiadores que poetas, lo cual nos quiere decir que algo se está moviendo dentro de los meandros del "saber lo dominicano".

Dentro de esta fiebre por los relumbres de Clío, hay una raza de historiadores que se va extinguiendo pero de la que todavía hay algunos respetables –aunque no muy publicitados- representantes. Pienso en aquellos que conciben el pasado y sus productos como objetos para precisar, comparar, situándolos en sus justas medidas, presentándolos luego como un bloque de vasos comunicantes.
Danilo A. Mueses pertenece a la familia de Apolinar Tejera, Alcides García Lluberes, fray Cipriano de Utrera, Emilio Rodríguez Demorizi y Vetilio Alfau Durán. Su obra es densa, erudita y concentrada: todo gira en torno a la filatelia.

Su opus magnum se titula "Emisiones postales dominicanas, 1865-1965". Fue publicada por el Banco Central de la República Dominicana en 1999. Otras obras suyas son "Manual de filatelia", "Seebeck. ¿Héroe o villano?" (1988), "De falsificaciones y falsificador", obra que le mereció en 1993 el Premio Literario de la Federación Internacional de Filatelia "Álvaro Bonilla Lara", y "Los sellos clásicos de la República Dominicana" (2001).
Ante la necesidad de contestar preguntas de filatélicos alemanes, nos dirigimos en diciembre de 2007 al escritor José Alcántara Almánzar, diligente director del Departamento de Cultura del Banco Central, quien inmediatamente nos hizo llegar el texto.

Al principio el deseo no iba más allá que de disponer de un catálogo con los sellos dominicanos. Inmensa fue la sorpresa, sin embargo, al leer el libro de Mueses.
"Emisiones postales dominicanas, 1865-1965" es la historia no solamente del sello sino de nuestra comunicación postal. Es mucho más…
La obra se compone de treinta y seis capítulos y una bibliografía. Del primero al quinto, se analizan las comunicaciones epistolares durante la Colonia, la Primera República y la Ocupación Española.  Mueses presenta datos, precisa fechas, sitúa la manera de recibir y entregar correo, describe las condiciones en que desde lo público y lo privado se concebían las comunicaciones.
En el capítulo cuarto, titulado "Los clásicos", arranca propiamente el estudio de las emisiones postales: fue el 20 de septiembre de 1865, cuando, durante el gobierno del general José Ma. Cabral, se promulgaron los primeros decretos correspondientes a la emisión de sellos y disposición del sistema de correo.
Mueses ubica los inicios del correo nacional y de los sellos dentro del contexto internacional. Los sellos no solamente surgieron como elemento de valor y formalización de la comunicación epistolar, sino que tuvieron un gran efecto multiplicador: produjeron todo un vuelco en la manea de percibir los países, impulsaron nuevas pasiones, negocios e industrias –como el de la filatelia-, redefinieron la imagen de lo nacional e incluso formalizaron aspectos de la ideología dominante.
Así vemos cómo una emisión de 1900, donde se presenta un mapa de la isla de Santo Domingo, donde las fronteras de entonces correspondían más bien a los límites trazados por el Tratado de Aranjuez de 1777, generó problemas con el Gobierno de Haití.
"Emisiones postales dominicanas" es un trabajo de filigrana.  Apoyado por una impresionante documentación, narra la manera en que los sellos de entonces a veces eran, no solamente falsificados, sino que llegaron a ser hasta inventados en los Estados Unidos.
Cada serie de sellos es presentada en sus valores, números y lugar de emisiones, importancia del tema presentado,  e incluso se ofrece una explicación del contenido del mismo. A veces la precisión casi abruma: así vemos todos los datos técnicos del obelisco en las series de 1938, o el tipo de avión y su historia, en una serie aérea de ese año, donde también sale el obelisco al fondo.
Junto a los sellos normales, los últimos nueve capítulos muestran el resto: las semipostales, los sellos aéreos, entrega especial, valores declarados, sellos de multa, oficiales, benéficos y los bultos postales.
"Emisiones postales dominicanas, 1865-1965" no sólo es un libro esencial para todo coleccionista de sellos. Danilo A. Mueses logra hacer de cada sello un prisma de la época de emisión, ofreciendo datos e informaciones de gran valor para el estudioso de la "cosa dominicana".

Para el historiador de la ciudad, el urbanista y el arquitecto, aquí están detalladas las construcciones modernas de la Era de Trujillo, desde los puentes que se levantaron a principio del decenio de los treinta, hasta las grandes edificaciones que rodearon a la Feria de la Paz en 1955. Para el botánico y el naturalista, aquí encontramos los árboles y flores endémicos del país. También tenemos a figuras históricas de la Primera República junto a los inevitables miembros de la familia trujillista.
Danilo A. Mueses nos hace ver que un sello es mucho más que un pedacito de papel que sirve para costear el transporte de la correspondencia. Una estampilla es también un símbolo de un momento, un signo para determinar el alcance de las ideologías, un muestrario para valorar los paradigmas de la vida cotidiana y para desentrañar los márgenes por donde se mueve la historia.
Esperemos que después de "Emisiones postales dominicanas, 1865-1965", pueda producirse una obra que llegue hasta nuestros días. Quizás Danilo A. Mieses pueda darnos otro regalo…


Sinónimo de fortaleza ante el dolor y la adversidad




                     Foto: Periódico Hoy.



Escrito por: Hoy.                                                                               
Periódico Hoy.


Santo Domingo. 5 de enero, 2008. - Cuando la vio caminar por la calle Las Damas, auxiliada de un andador, Emily Charlotte se sorprendió. Cualquier otra persona de su edad no hubiese corrido ese riesgo. Ignoraba que la voluntariosa señora iba hacia ella a entregar un currículum vitae que había escrito a mano para Mario Bonetti, entonces director de la Academia de Ciencias, de la cual la joven era asistente administrativa. Aquella mujer que demostraba tal fortaleza era la doctora Sophie Jakowska.

Ese día fue el inicio de una entrañable relación como de hija-nieta que se prolongó hasta la muerte de la excepcional científica que tan valiosos aportes ofreció a la República Dominicana. Emily comprendería, con el tiempo y con el trato, que el dolor de una operación de cadera no detendría ninguna aspiración de esta emprendedora profesional polaca a la que la guerra separó de su familia en 1939.
 No era la clase de persona que veía talando un árbol y decía, ¡Ay, que pena, este país! No. Creía mucho en la acción, fue una de las cualidades que más admiré desde el primer momento y ese gesto de haber ido a la Academia en esas condiciones, operada de cadera, confirmaba su deseo de actuar, sé que ella se dijo: este dolor no me va a doblegar, y con su fuerza de voluntad decidió: ¡Voy a caminar! Porque lo de ella no era filosofar, hablar bonito, decir los problemas que había, era comprometerse en acciones concretas”, exclama la admiradora y pupila de la fecunda intelectual.
Emily es hoy licenciada en Mercadeo y sirve a una reconocida entidad bancaria. La precursora de la bioética apadrinó y orientó su tesis sobre “Producción Masiva Personalizada” y ambas siguieron en comunicación permanente. Cada vez que Sophie escribía una conferencia, denunciaba un maltrato a la humanidad, el medio ambiente, los animales, la pupila y amiga pese a la considerable diferencia de edades, actualizaba el historial amplio de la bondadosa extranjera que amó y defendió esta tierra como propia.




Homenaje en sello postal.
Gracias a la iniciativa de la que fue su alumna de vida, el nombre, la obra, el rostro dulce, tierno, la biografía de la prolífica mujer, recorren el mundo consagrados en una emisión postal que circula desde principios de diciembre. Emily buscó el apoyo del Instituto Postal Dominicano y se sintió sorprendida de la respuesta casi inmediata del director, Modesto Guzmán, porque para ella, muchos funcionarios ni siquiera acusan recibo.
Autora del diseño, organizó un acto precioso acorde con la personalidad de la homenajeada. Antes de los discursos y las semblanzas, se ofició la Sagrada Eucaristía. “Fue en la Quinta Dominica, en la zona colonial, al lado de una iglesia para lograr el complemento religioso pues la doctora nunca dejó de ir a misa, era católica y asistía a la primera misa matinal, la de las seis de la mañana. Para una persona extraordinaria, tenía que ser un reconocimiento extraordinario”, explica esta singular muchacha con profundidad y capacidad de exposición poco comunes en su generación.
La doctora Sophie Jakowska le transmitió valores que aunque ya inculcados por sus padres, desarrolló con este contacto único, refiere. Entabló relaciones con los hijos de la escritora y la escritora fue como un miembro más de su familia. Conoce perfectamente la biografía, el temperamento, las inquietudes y experiencias profesionales de la hija de Varsovia experta en artes liberales, ciencias políticas, patología, bióloga, jurisconsulta, pionera en investigaciones científicas que además de la lengua polaca dominó las castellana, anglosajona, francesa, italiana, portuguesa, alemana, leía ruso, latín y griego clásico. Emily conserva artículos inéditos, fotos, publicaciones y originales de este especial sello en el que pensó en su condición de miembro de la Sociedad Filatélica Dominicana, en la que también encontró apoyo para este tributo merecido.
 Yo quería que esto tuviera la difusión pública más ordinaria posible, que pudiera usarse para la carta más elemental porque al colocarlo en el sobre el usuario está poniéndose en contacto con el trabajo que ella hizo”, significa.
Confiesa que “el doctor Guzmán era amigo de la doctora, ella decía que era de los más eficientes que había tenido la administración del Instituto Postal, manifestaba que algo estaba haciendo bien porque su personal, cuando él no estaba dirigiendo, reclamaba que lo trajeran”
En el acto de presentación del sello hablaron, además de Emily, Modesto Guzmán, el padre Luis Rosario, Juan Marchena, Idelissa Bonnelly viuda Calventi, Enrique Pugibet Bobea, Nora del Campo de Wittkop, Andrés Peralta Cornielle. Con cada uno colaboró la doctora Jakowska como asesora medioambiental, investigadora científica, fundadora de la cátedra de biología o en el trabajo educativo con niños.  “Como ves, mi intención fue presentar los aspectos más relevantes de la doctora que dejaron una huella en el país, tanto en lo religioso y moral como en su capacidad de investigadora, en la estructuración de una carrera universitaria, en el protectorado a las instituciones ligadas a la preservación de la flora y la fauna, en la educación primaria e intelectual como en la introducción de la bioética en el país”. Marie Helene (Penny) hija de Sophie Jakowska que reside en Santo Domingo, prestó a Emily valiosa ayuda para este tributo.



Sophie Jakowska.
Nació el dos de febrero de 1922 en Varsovia, Polonia, hija de María Swiergocka y Josef Jakowska, médico. Cuando Alemania invadió Polonia, la familia se separó y nunca volvió a encontrarse. El padre pereció en un campo de concentración y la madre, pese a sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial, falleció en los 50, justo antes de que pudiera  reunirse con su hija en los Estados Unidos de América.
En 1948, Sophie casó con Constantine L. Jeannopoulos, médico ortopeda, con quien procreó tres hijos: John, Peter y Marie Helene (Penny). Residió en Varsovia, Polonia, Roma, Italia, Nueva York, Estados Unidos y entre San Agustín, Florida, y la República Dominicana sus últimos 28 años de vida. Aquí tenía su domicilio en la calle Arzobispo Meriño.
Publicó más de 250 trabajos de investigación sobre citología, hematología, patología, protozoología, productos antimicrobianos y farmaecológicamente activos de origen natural y más de 350 en torno a temas de carácter ecosociocultural, bioético, religioso, ecoespiritual, moral, dignidad humana y contaminación ambiental. Fue autora de los primeros libros de educación ambiental en República Dominicana.
Falleció en Santo Domingo, el cuatro de diciembre de 2005 a causa de un aneurisma mientras preparaba correspondencia y hacía aprestos para viajar a La India.
En sus palabras de homenaje, Emily expresó: “Es probable que sea recordada por impulsar las celebraciones ecológicas Día Mundial de la Tierra, Día del Árbol, Día Internacional del Medioambiente, por la protección hacia la flora y la fauna endémicas, su respaldo a las cocinas solares, al concepto y prácticas del reciclaje, por su interés en fomentar las reducciones del CO2, por su lucha para la preservación moral y patrimonial de la Ciudad Colonial, por colaborar en la redacción de la Ley sobre Derechos de Autor, por sus aportes al Jardín Botánico, al Zoológico, al Acuario Nacional, al Parque Mirador Norte o como cofundadora de la Licenciatura en Biología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Nosotros hemos querido celebrarla como escritora de los primeros libros de educación ambiental y como precursora de la Bioética, pues ambas condiciones concentran la esencia de su trayectoria humanística”.
Citó al filatelista español Ricardo Álvarez que decía: “Los sellos son el vehículo ideal para esparcir por el mundo imágenes de nuestro país, nuestra cultura y nuestra historia. La filatelia debe inspirar el conocimiento de los pueblos y promover la fraternidad”. Por tanto, agregó, “cuando propusimos las iniciativas del bloque de sellos, souvenir del Primer Día de Emisión e instituir la Serie Laudatoria de Sellos como referente de las futuras emisiones, entendimos que siendo el aporte de la doctora Jakowska tan extenso y variado, un homenaje póstumo apropiado, capaz de alcanzar la difusión internacional que tuvo su obra, era por vía de la comunicación postal por su carácter social y público”.