Siendo una tradición, la institución realiza dicha muestra para conmemorar la gesta histórica del 16 de agosto, que en esta ocasión incluye billetes, especímenes, monedas y estampillas alusivas a la guerra restauradora, así como dibujos de sus principales héroes realizados por el artista Vladimir Velásquez, quien es asesor de Artes Plásticas del Banco Central.
El acto realizado en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Numismático y Filatélico de esa institución, fue presidida por su Gobernador, licenciado Héctor Valdez Albizu; estuvo acompañado por Clarissa de la Rocha de Torres, Vicegobernadora; Ervin Novas Bello, Gerente; José Manuel Taveras Lay, Contralor; Manuel García Arévalo, miembro de la Junta Monetaria; Frank A. Montaño, Sugerente General; Joel Tejeda Comprés, Subgerente de Políticas Monetaria, Cambiaria y Financiera; Roberto Pelliccione, Subgerente de Servicios y Sistemas; José Alcántara Almánzar, Director del Departamento Cultural; y Cynthia Patricia Goico, Subdirectora del museo.
El mismo contó además con la asistencia de funcionarios y empleados del Banco Central, miembros de la Sociedad Filatélica Dominicana y de la Sociedad Numismática Dominicana, e invitados especiales.
En sus palabras centrales, Valdez Albizu expresó la satisfacción de la institución por rendir un justo homenaje a quienes ofrendaron sus vidas en la gran epopeya con la que recuperamos la soberanía perdida.
“La exposición numismática y filatélica que abrimos con orgullo es un sentido homenaje de recordación a un acontecimiento fundamental que hoy adquiere una especial simbología, pues nos hallamos en un proceso social y político que requiere de todos nosotros el desarrollo de una conciencia colectiva que, por encima de las diferencias partidarias o de otra índole, se galvanice en torno a los valores esenciales de la nacionalidad”.
Luego realizó un breve recuento histórico de la anexión a España proclamada por el general Pedro Santana el 18 de marzo del año 1861, lo cual generó, desde el principio, demostraciones de rebeldía en varias provincias del país; provocó severas distorsiones en la vida colectiva derivadas de los privilegios que gozaban los ocupantes y las discriminaciones de que fueron objeto los nacionales; desencadenó una fuerte devaluación de la moneda local; y produjo el decomiso de animales de carga para transportar a la milicia foránea; situaciones que causaron mucha irritación en números sectores del país.
“Todos esos trastornos crearon un caldo de cultivo que marcó el inicio de la Guerra Restauradora. Esta guerra social y de liberación, como la domina Juan Bosch en su libro “La Guerra de la Restauración”, habría de prolongarse hasta el 11 de julio de 1865, enfrentando a un ejército entrenado y con muchos recursos como el español y un pueblo rebelde que supo avanzar sin desmayo en una denodada guerra de guerrillas, protagonizando una gesta heroica decisiva de nuestra historia”, afirmó.
En sus palabras centrales, Valdez Albizu expresó la satisfacción de la institución por rendir un justo homenaje a quienes ofrendaron sus vidas en la gran epopeya con la que recuperamos la soberanía perdida.
“La exposición numismática y filatélica que abrimos con orgullo es un sentido homenaje de recordación a un acontecimiento fundamental que hoy adquiere una especial simbología, pues nos hallamos en un proceso social y político que requiere de todos nosotros el desarrollo de una conciencia colectiva que, por encima de las diferencias partidarias o de otra índole, se galvanice en torno a los valores esenciales de la nacionalidad”.
Luego realizó un breve recuento histórico de la anexión a España proclamada por el general Pedro Santana el 18 de marzo del año 1861, lo cual generó, desde el principio, demostraciones de rebeldía en varias provincias del país; provocó severas distorsiones en la vida colectiva derivadas de los privilegios que gozaban los ocupantes y las discriminaciones de que fueron objeto los nacionales; desencadenó una fuerte devaluación de la moneda local; y produjo el decomiso de animales de carga para transportar a la milicia foránea; situaciones que causaron mucha irritación en números sectores del país.
“Todos esos trastornos crearon un caldo de cultivo que marcó el inicio de la Guerra Restauradora. Esta guerra social y de liberación, como la domina Juan Bosch en su libro “La Guerra de la Restauración”, habría de prolongarse hasta el 11 de julio de 1865, enfrentando a un ejército entrenado y con muchos recursos como el español y un pueblo rebelde que supo avanzar sin desmayo en una denodada guerra de guerrillas, protagonizando una gesta heroica decisiva de nuestra historia”, afirmó.
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| Foto: Banco Central. |
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