Escrito por: Ylonka Nacidit Perdomo.
Opinión / Acento.com.do.Santo Domingo. 24 de junio, 2013. - Hay/ un país en el mundo colocado/ en el mismo trayecto del sol, / Oriundo de la noche. / Colocado/ en un inverosímil archipiélago/ de azúcar y de alcohol. / Sencillamente liviano, / como un ala de murciélago/ apoyado en la brisa. / Sencillamente / claro, / como el rastro del beso en las solteras/ antiguas/ o el día en los tejados. / Sencillamente/ Frutal. Fluvial. Y material. Y sin embargo/ sencillamente tórrido y pateado/ como una adolescente en las caderas. / Sencillamente triste y oprimido. / Sinceramente agreste y despoblado. [Fragmento de “Hay un país en el mundo de Pedro Mir”].
El año 2013 es un año significativo en la historia de la literatura dominicana. Es un año épico, y al mismo tiempo lírico, que vino lleno de metáforas y de protagonistas. Es un año de gran fortuna para este país, para esta media-isla que existe en un archipiélago de diversidades étnicas y culturales, donde su pueblo aún vive la vida como un viacrucis desde hace cientos de años. Vivimos, ya lo he dicho, un viacrucis de desigualdades e inequidades, un viacrucis de la búsqueda de la libertad como un patrimonio espiritual inalcanzable.
Culturalmente el 2013 es el Año de Pedro Mir, siendo esta la razón que da origen a la conformación de un Comité de Amigos de Pedro Mir con el interés de planificar en torno a la vida y obra de este dominicano único e irrepetible, un enriquecedor programa de eventos para contribuir a las efemérides que otros grupos o instituciones puedan desarrollar como homenaje al bardo.
El Comité entiende que Pedro Mir es un hombre-símbolo, cuyas huellas -hacia la posteridad-, reflejan su visión, su pensamiento, su aguerrida protesta poética para que el ser humano se resista al sufrimiento que trae la soledad del alma y la muerte a causa de la miseria y del hambre. Su obra literaria es una obra robusta, como un árbol que trae como frutos la libertad de la palabra, la voz profética y, en síntesis, la ira que mueve a los pueblos a combatir la opresión y la tiranía.
Honrar su memoria enriquece a la literatura, y es una manera de afirmar los aportes de una vida ejemplar, que trasciende las ideologías o las interpretaciones históricas que a través de la creación pueda hacerse del destino complejo y de la existencia de esta nación que asumimos como la Patria de todos.
La valoración de la obra miriana descansa, para el Comité, en el deber ético, razonable y hereditario, que asumen sus miembros para sensibilizar a las generaciones presentes sobre la noción de justicia, no desde un simple sentido epistemológico o desde un indeleble llamado desde el inconsciente superfluo, sino como conducta de vida.
El Comité se ha propuesto hacer del insigne bardo uno de los protagonistas de las más importantes efemérides que la nación está celebrando en el año 2013. El siglo XX lo vio nacer, lo conoció, lo hizo suyo y le dio eterna despedida, pero inmortal, como nuestro Poeta Nacional. El siglo XXI lo re-vive, lo acoge desde el recuerdo imperecedero, con gratitud. Y ahora, todos, como hijos de su voz y de su grandeza humana, hemos hecho nuestra la misión de difundir su obra por el mundo, para hacer migrar su voz a través de CD, DVD, del facebook y el twiter, y la voluntad de quienes no conocen fronteras para el amor.
La Conmemoración del Centenario de Nacimiento de Pedro Mir (1913-2000), el poeta oriundo de San Pedro de Macorís, se celebra como una epopeya nacional, ya que él despertó en los ojos de los suyos una conciencia nacional y una conciencia histórica, para proclamar el valor sagrado de la dignidad humana como valor universal de los pueblos, a través de su poema fundamental Hay un país en el mundo…
Deseamos agradecer al Instituto Postal Dominicano (INPOSDOM) el respaldo moral ofrecido para la Conmemoración del Centenario de Nacimiento de Pedro Mir, a través de su aporte sincero y diáfano para que una aureola de sublime grandeza envuelva a nuestro Poeta Nacional, que nos dejó como legado a través de sus principios, valores y en los versos escritos, y que cada día sentimos obtienen mayor resonancia, como un eco al unísono de las aspiraciones y sueños pendientes que aún tiene nuestra nación.
De igual manera, damos nuestras gracias sinceras a la Comisión Filatélica Dominicana al acoger la solicitud del Comité de Amigos de Pedro Mir, y dar su beneplácito y aprobación, a fin de que el Instituto Postal Dominicano realizara la emisión postal del poeta, maestro, humanista, artista, y emblemático hombre de letras: Pedro Mir.
Esta emisión postal es una vera efigie expresiva, antológica, representativa de un momento estelar de su vida, ya que Mir fue una figura emblemática en la lucha por la igualdad social y educativa, económica, política y cultural del pueblo dominicano.
Consideramos como Comité de Amigos de Pedro Mir, que uno de nuestros deberes primordiales es rescatar la voz del Poeta Nacional y re-escribir su memoria, para hacer visible su presencia histórica en el país, en Latinoamérica y el mundo, de manera universal, ya que muchos nombres de hombres que consideramos patriotas, como él, aún en el inicio del siglo XXI, permanecen olvidados, y sus acciones desconocidas, así como su heroísmo.
Nuestro más sincero deseo ha sido articular una Agenda de Efemérides con las demás instituciones gubernamentales y no gubernamentales, ya que esta es una ocasión para unir esfuerzos en uno de los puntos fundamentales que debemos priorizar que es visibilizar la existencia de Mir, su legado, desde los distintos órdenes del hacer y el decir, como una manera de rectificar los errores del pasado en la lucha por la libertad, la soberanía nacional y los derechos humanos, y de llevar a la conciencia de las presentes generaciones las proezas y los aportes de este Poeta Nacional en épocas disímiles a la nuestra, donde enfrentó grandes desafíos, ya que Mir de algún modo, a través de su obra poética, y en especial su texto Hay un país en el mundo (1949) aportó al mundo un hito fundamental de trascendencia inédita en la creación literaria al igual que Hojas de Hierba (1855) de Walt Whitman o el Cementerio Marino (1920) de Paul Valery, para solo citar dos grandes poemas, contribuyendo a configurar nuestra idiosincrasia, para transformar su dolor en medio de la tiranía en un enriquecedor futuro de esperanzas.
Pedro Mir abrazó el postulado del magisterio y el humanismo, la dedicación a la investigación, así como su entrega a la democracia en la República Dominicana. Su obra y su labor imperecedera, su liderazgo de la palabra para la libertad ha sido aceptado, reconocido y validado por la historia contemporánea, y el escrutinio público. Mir fue una de las grandes personalidades de la vida nacional que inculcó a los suyos y a sus alumnos que el ejercicio político de un intelectual debe hacerse y construirse a través de principios éticos con dignidad y humildad.
No tengo duda alguna de que, Pedro Mir es uno de los prohombres dominicanos cuyo devenir representa todo lo que un buen dominicano debe de hacer por su Patria…
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